La indignación por el asesinato de la sargento Rita Olivares ha sido transversal.
No solo a través de las declaraciones de autoridades, sino en la calle. Bastó acercarse un poco a los amigos y vecinos de Quilpué para darse cuenta del dolor y rabia por una nueva vida, más allá del uniforme, tomada por la delincuencia.
No solo a través de las declaraciones de autoridades, sino en la calle. Bastó acercarse un poco a los amigos y vecinos de Quilpué para darse cuenta del dolor y rabia por una nueva vida, más allá del uniforme, tomada por la delincuencia.
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