Durante varios días nos emocionamos con los que llegaban desde España e Italia. Videos de vecinos cantando de balcón a balcón, bailando en terrazas, ocupando la música para hacer más llevadera la cuarentena y ahora nos tocó a nosotros. Ocurrió en Hualpén, en la región del Biobío y no fue con ópera ni con zarzuelas, fue con un acordeón. Un hijo que tocó para sus padres, desde la calle para cuidarlos.
Etiquetas de esta nota