Tenía planificado entregar 40 trajes de novio durante estos meses, pero el coronavirus llegó a Chile y todos los matrimonios se suspendieron. Podría haber sido la quiebra, pero sus clientes decidieron pagar y anticipar incluso el dinero de sus trajes y por eso, este sastre está devolviendo la mano. Con las telas de las camisas está haciendo decenas de mascarillas de excelente calidad que regala en las estaciones de metro. Un héroe sin capa.
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