La migración ha llegado también a nuestras policías. La PDI cuenta con tres becarios que son haitianos, y con ellos realizaron un operativo para conocer la realidad de decenas de ciudadanos de ese país que viven en la más absoluta precariedad en un galpón en San Bernardo. La presencia de los policías haitianos permitió descubrir, por ejemplo, que les pagan 80 mil pesos por su trabajo y los tenían convencidos que ese era un sueldo normal en nuestro país.
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