Dice que, por los golpes que recibió, no recuerda nada. El conductor que ingresó con su vehículo al casino de Talca, asegura que todo lo ocurrido fue una exageración de los guardias que debieron pedirle que se retirara, antes de golpearlo. Este no era el primer problema que tenía en el recinto, y dice que como lección, se someterá a un tratamiento para dejar el alcohol. Tanto el casino como el conductor evalúan querellarse por el "episodio de furia".
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