Hubo repudio transversal, incluso de organismos internacionales, a la violencia ocurrida ayer tras la marcha contra la inmigración irregular en Iquique. Un grupo de manifestantes quemó las carpas, colchones y ropa de decenas de familias extranjeras que acampan en las calles de la ciudad, dejándolos en una situación más precaria que la que ya tenían. La Fiscalía local confirmó que aplicarán medidas de protección a favor de los migrantes atacados.
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