Una asistente de educación del Liceo Manuel Barros Borgoño fue rociada con bencina y amenazada con ser quemada por un grupo de estudiantes encapuchados del mismo colegio, a quienes enfrentó porque querían hacer desmanes. La educadora asegura que en su momento hizo la denuncia al municipio, pero no hubo resultados. Semanas después, se atreve a contar lo que ocurrió.
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