Después de 41 años, una madre y su hijo se verán por primera vez en la vida. A la mujer le dijeron que el niño murió en el parto, mientras que él siempre supo que su familia de Estados Unidos lo había adoptado. Mañana se encontrarán en Chiloé, dando una luz de esperanza a una inmensa cantidad de familias que fueron separadas en Chile, en la década del 70, por adopciones irregulares.
Etiquetas de esta nota