Se dedicaban al tráfico de drogas, armas y además eran autores de violentos robos. Se hacían llamar la banda de los "Rápidos y furiosos" por su pasión por los autos de carrera. De hecho, su líder de autodenominaba "El Toretto". En síntesis, se creían una pandilla de película pero, tuvieron un final que no esperaban.
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