Desde el 6 de agosto, la ley dice que botilleros tienen que exigir el carnet de identidad a todos sus clientes. Pero esta nueva obligación les ha traído muchos problemas. Desde insultos, vejaciones a incluso ataques con armas. Denuncian que la ley implementada no tuvo una campaña comunicacional importante y por eso algunas personas que van a comprar reaccionan con violencia.
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