Durante el año pasado, 17 personas fueron asesinadas en la otrora tranquila ciudad de Los Ángeles en el Biobío. La mayoría, según la policía, crímenes ligados al narcotráfico. Ahora, la lucha se concentra en desbaratar los clanes que se han apoderado de las poblaciones y que se ocultan en verdaderos bunkers o fortalezas.
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