El dueño de una distribuidora se transformó en víctima de un violento asalto. Para quitarle un bolso en el que llevaba la recaudación del día, lo arrastraron, lo golpearon e incluso le dispararon tres veces, ocasionándole lesiones que perfectamente pudieron matarlo. La PDI detuvo a uno de los supuestos responsables, que quedó grabado en distintas cámaras de seguridad.
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