Casi dos meses de que se incendiara el Liceo Amunátegui, sus 700 alumnos volvieron a clases, pero no en su colegio, sino que en otro liceo que les prestan durante las tardes para hacer clases. Los apoderados protestaron en las afueras, para exigir que se reabra el liceo que fue seriamente dañado durante una toma.
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