Hace 60 años, los efectos del tsunami generado frente a Valdivia derivaron en un "cambio impensado" en uno de los monumentos más imponentes de Rapa Nui: el Aju Tongariki. El maremoto entró con fuerza en la isla, arrastrando piedras de "decenas de toneladas". Científicos pudieron modelar, de manera digital, cómo fue ese tren de olas, cuyos efectos sirvieron como guía para recuperar este sitio ceremonial, que durante siglos estuvo en el suelo.
Etiquetas de esta nota