Dos compañeros de trabajo pasaron la peor mañana de sus vidas. Fueron interceptados por delincuentes quienes los secuestraron en su mismo vehículo para efectuar con sus tarjetas giros en un cajero automático y retirar dinero desde una sucursal bancaria. Todo terminó con una persecución policial en tres comunas de la capital y con cuatro detenidos.
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