Los integrantes de esta peligrosa banda de narcotraficantes nunca había sido detenidos. Una trabajaba en un almacén, otro en una estación de servicio. Tenían vidas normales, pero eso no les impidió generar un centro de distribución de drogas, la que conseguían gracias a robos a otros narcos. Una doble vida que incluía chalecos antibala, equipos de comunicación portátiles, armas y balas. Se hacían llamar "Los Malveques" y esta es la historia de cómo cayeron.
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