Es probablemente el mayor tesoro colonial del que tengamos conocimiento en nuestras costas. Un cargamento con tanta riqueza que el propio rey prohibió que recalara en algún puerto, pero naufragó.
Es el Oriflama, un barco que está enterrado en la region del Maule hace más de dos siglos y que se ha transformado en la última esperanza de Curepto.