Ha tenido tres corazones en casi un año. Una enfermedad con la que nació le impedía transportar sangre a su cuerpo. Pero un trasplante de corazón le permitió volver a su vida normal.
Pedaleando en su bicicleta y juntándose con sus amigos. Actualmente Pedro Quinteros está disfrutando nuevamente de su niñez y las actividades que no podía realizar mientras estaba hospitalizado.
Así es la vida con otro corazón.
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