Prácticamente, todos los días hay portonazos y robo de vehículos, pero como el de anoche ninguno. La historia es insólita, porque, por un lado, una banda de delincuentes intentaba robar un auto en Ñuñoa, y mientras eso ocurría, otro grupo de asaltantes intentó hacer lo mismo: llevarse el mismo auto y en el mismo momento, algo así como un "portonazo al portonazo". Todo terminó en una larga persecución, disparos contra carabineros y tres menores de edad detenidos.
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