Un contratista reclutó, meses atrás, un grupo de 35 trabajadores haitianos para construir una Iglesia en Santiago y luego cosechar manzanas en un fundo en la región del Maule.
Vivían en precarias condiciones, ya que el fundo no cumplía con las normas mínimas de seguridad, higiene y salud.
Las autoridades clausuraron el lugar e investigan si existe una red de captación de inmigrantes.
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