Recién a dos años de haber ocurrido la muerte de una joven que fue atacada por un tigre, al interior del Parque Safari, en Rancagua, se produjo la formalización contra el dueño del recinto y dos funcionarios. El Ministerio Público los acusa de no haber cumplido con los protocolos de seguridad necesarios para evitar la muerte de Catalina.
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