Hace exactos seis años, un terremoto de 8.8 grados Richter sacudió la zona centro sur de nuestro país a las 3:34 horas de la madrugada. Este movimiento telúrico, además de ocasionar la destrucción de miles de vivendas, dio paso a uno de los peores tsunami de los que se tenga registro en nuestra historia.
Pero esta masa de agua no solamente afectó las costas nacionales. También impactó duramente a varias islas del Oceano Pacífico, tal y como ha graficado el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (Pacific Tsunami Warning Center [PTWC]), uno de los dos centros de alerta de tsunamis de Estados Unidos, que en un nuevo aniversario del incidente, publicó un nuevo y más perfeccionado modelo de lo que en aquella oportunidad ocurrió en gran parte del mundo.
Luego del terremoto, la PTWC determinó inmediatamente que la magnitud y locación del sismo originaría un tsunami de grandes proporciones para Chile y Perú, nuestro país vecino. Pero con el pasar de las horas, el centro de detección de riesgos logró percatarse de la real magnitud del evento gracias a la observación del comportamiento marítimo registrado en sus sensores DART, que lograron captar la variación de los niveles marítimos.
De ese modo, se pudo decretar alerta temprana de tsunami para el estado de Hawaii y el resto de los 43 países que se se encuentran en la zona monitoreada por PTWC.
El tsunami causó una gran devastación en todo el mundo, dejando sólo en Chile 124 muertes. En nuestras costas, las olas alcanzaron alturas promedio de 29 metros, en tanto que en la Isla Juan Fernández alcanzaron los 18 metros.
El PTWC puede crear animaciones históricas de los tsunami usando la misma herramienta que utilizan para la determinación de riesgos de tsunamis en tiempo real para cualquier evento similar hoy en día: el pronóstico en tiempo real de los tsunamis (RIFT, por sus siglas en inglés).