Pero tras la ocupación nazi de Praga, Winton decidió abandonar su trabajo y dedicar todos sus esfuerzos en rescatar a niños judíos de la capital checa.
Su plan consistió en enviarlos a Reino Unido, donde convenció a las autoridades de que los dejasen entrar pese a no tener todos sus documentos en regla.
Una vez allí, Winton -quien falleció en 2015- consiguió un grupo de familias que le darían albergue a los niños.
Gracias a sus acciones, 669 niños sobrevivieron al Holocausto.
Pocos conocían la proeza de Winton, hasta que una presentadora de televisión hizo públicos sus esfuerzos en 1988.
Esta semana, Londres celebró su nacimiento con un servicio especial en el que participaron 28 de los niños que le deben la vida.