La corona británica está enfrentando uno de los peores escándalos de su historia reciente de la mano del príncipe Andrés. Sus vínculos con un pederasta estadounidense y, por otro lado, la avanzada edad de Isabel II para enfrentar este problema, estarían forzando un cambio de roles al interior del Palacio de Buckingham, con el príncipe Carlos como protagonista.
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