Como un "caos" calificaron abogados y trabajadores del sistema de inmigración estadounidense la situación de las familias separadas. Advierten que el gobierno no tiene un plan para reunirlos y que algunos niños están a miles de kilómetros de sus padres dentro de Estados Unidos. Sólo unos pocos han tenido la suerte de reencontrarse con sus hijos.
Etiquetas de esta nota