Ocurrió en la ciudad de Tongren, China. Un grupo de personas se unió para ayudar a una mujer embarazada que entró en trabajo de parto en plena calle.
La curiosa situación se resolvió con la ayuda de presuntos extraños que circulaban por la avenida: un par de personas que la ayudó a taparse y sostenerse de pie, y una enfermera que justo pasaba por ahí.