Vanig Garabedian fue uno miles de ciudadanos que escaparon de Siria rumbo a Canadá, como parte del programa de refugiados aprobado por el país norteamericano el año pasado.
Justin Trudeau, el primer ministro de Canadá, estuvo en el aeropuerto en Beirut cuando Garabedian partió rumbo a Toronto. A un año de eso, ambos se reunieron en una cena para refugiados.
"Imagínate que estás en una zona en guerra, que estás abandonando tu país y que te reciben con dos palabras: 'bienvenido a casa'", cuenta el sirio, ginecólogo de profesión.
"Ahora a un año de eso, estoy más orgulloso de ser un canadiense, así como siempre estaré orgulloso de ser un sirio", agregó Garabedian, sacándole lágrimas al primer ministro.
En el último año, 35.000 refugiados sirios han llegado a Canadá como parte del programa de ayuda.
"Al verte a ti y a las niñas caminar por este aeropuerto hacia mí, fue e momento en que entendí el tipo de cosas que podemos hacer como país, y que puedo ayudar a que esta país logre", dijo Trudeau visiblemente emocionado y secando sus lágrimas con un pañuelo.