“Soy musulmán, pero me llaman terrorista. Confío en ti. ¿Tú confías en mí? Si es así, abrázame”, decía un cartel que un joven musulmán colocó junto a él, para luego vendarse los ojos y hacer un llamado a los parisinos.
Muchos reaccionaron acercándose a él para darle un fuerte abrazo, en un emotivo momento cuando la ciudad aún se siente vulnerable y sensible ante los ataques terroristas que sufrieron el pasado viernes 13 de noviembre.
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