Unas 27.400 personas se han desplazado de Myanmar a Bangladesh en la última semana tratando de huir de los episodios de violencia que sufren en su tierra.
Otros miles han quedado atrapados en la frontera de Bangladesh con Rakhine, la provincia en la que viven y en la que existe un conflicto étnico desde hace años. Los rohingyas huyen de lo que aseguran que es una limpieza étnica por parte de Myanmar.
El grupo llamado Ejército de Salvación Rohingya de Arakan (Arsa por sus siglas en inglés) reivindicó unos ataques a 30 comisarías de policía, lo que provocó una respuesta militar por parte Myanmar, antes Birmania.
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