Uno de cada siete personas que viven en Hong Kong salieron a manifestarse hoy contra la ley que contempla la extradición a todas las jurisdicciones con las que no existe un acuerdo bilateral, incluida China continental. Los detractores de la ley aseguran que esta podría permitirle al gobierno de Pekín perseguir a sus opositores políticos y, de paso, terminar con la independencia judicial de esta ciudad semiautónoma.
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