La enemistad entre La Habana y Washington duró 54 años.
Señoritas bien vestidas y hombres de punta en blanco. Esa era la escena común en la embajada de Estados Unidos en Cuba, cuando ni siquiera se pensada una revolución y Fidel Castro era apenas un niño.
Pasaron los años y el verde olivo terminó con la amistad y cambió la historia entre La Habana y Washington.
La enemistad entre ambos países, que duró 54 años, culminó hace seis meses y más simbólicamente este miércoles con el esperado anuncio de la reapertura de las embajadas.
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