Los ojos del mundo estuvieron puestos en Francia, en unas elecciones presidenciales consideradas claves para el futuro de Europa. Dos de los candidatos que aparecían entre los cuatro con mayor intención de voto, representaban a los extremos de la política gala Por un lado, la ultraderechista Marine Le Pen y por el otro, el representante de la izquierda radical Jean Luc Mélenchon. Con ellos la continuidad de Francia en la Unión Europea se ponía en duda.
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