Hace 35 años el mundo fue testigo de la mayor tragedia nuclear en la historia de la humanidad. Tuvo lugar en la antigua Unión Soviética, y fue tan grave que el desastre de Chernobyl precipitó la caída del bloque socialista y -por ende- el fin de la Guerra Fría. En un nuevo 26 de abril recordamos este hecho cuyas consecuencias son visibles hasta el día de hoy.
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