Italia cerró los puertos a los barcos humanitarios de migrantes. Europa advierte que el país tiene el deber moral de salvar a quien corre peligro en el mar. Por ahora, el gobierno de la nueva primera ministra de ultraderecha, Georgia Meloni, sólo ha permitido el desembarco de mujeres, menores y enfermos, dejando a cientos a la deriva.
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