Hace justo 5 años, la imagen del niño sirio Aylán Kurdi en una playa de Turquía conmovió al mundo y se transformó en un símbolo de la tragedia de los inmigrantes que cruzan el Mediterráneo escapando de la guerra. Una historia que ha inspirado a muchos a ayudar en una crisis de refugiados, que no ha podido ser frenada.
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