Los cacerolazos y protestas que Venezuela vio resurgir durante la jornada del lunes, se intensificaron por la noche después que la oposición asegurara que habían triunfado y que tenían las pruebas para demostrarlo. Un blanco de malestar fueron las estatuas del expresidente Hugo Chávez, a una de ellas le arrancaron la cabeza.
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