Un niño de 2 años está grave en Estados Unidos y al otro lado del mundo, su madre, de nacionalidad yemení, ha vivido la angustia de no saber si podrá despedirse de él, ya que el veto migratorio impuesto por la Casa Blanca los separa. Sin embargo, hoy se abrió una esperanza en esta historia que ha conmovido a miles de personas en el mundo.
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