En 1994 un coche bomba explotó en la mutual judía AMIA en Buenos Aires dejando a 85 muertos, en el que sería el atentado más sangriento de América Latina. Este viernes la capital recuerda su aniversario número 21.
El caso ha vuelto a tomar importancia en el último año, desde que el juez a cargo, Alberto Nisman, apareciera muerto en su departamento un día antes de que declarara ante el Congreso, para denunciar a la presidenta Cristina Fernández de encubrir a los culpables del ataque.
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