Una tormenta de nieve y viento catalogada como una de las más grandes que ha afectado a Estados Unidos es la que se desarrolla en la costa Este del país. Las ráfagas han llegado a 120 kilómetros por hora y han obligado a las autoridades a suspender el servicio de Metro y prohibir el tránsito de vehículos particulares. Ya se han suspendido 7.500 vuelos.
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