Una pareja de franceses, con ascendencia chilena, dejó todo para instalarse en nuestro país con un emprendimiento: venden ropa con refranes y dichos populares... ¡pero nuestros! Aunque no tienen una tienda, llevan dos años repartiendo a todo Chile y sueñan, incluso, con vender sus productos en otras partes del continente. La historia de Calambur puedes comentarla con el #ComoLoHizo
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