Encapuchados, bengalas, un clásico suspendido y hasta un gendarme detenido por portar y distribuir fuegos artificiales a los barristas. Es el resumen de una triste jornada en Concepción. Media hora alcanzó a durar el partido entre la U y la UC, antes de que terminara en incidentes y un problema que parece no tener solución.
Etiquetas de esta nota