Empezó como una pequeña mentira y se transformó en un escándalo.
Todo comenzó esta semana, cuando la estrella de la natación Ryan Lochte y los nadadores estadounidenses Gunnar Bentz, Jack Conger, y Jimmy Feigen denunciaron que habían sido víctimas de un asalto a mano armada cuando salieron de una fiesta.
Pero este episodio que mantuvo en alerta a la policía de Brasil y que fue comentado en todos los medios resultó no ser lo que parecía.
Videos de cámaras de seguridad revelaron que el asalto nunca ocurrió y que fue una mentira inventada por los nadadores para ocultar que habían roto una puerta en una gasolinera cuando regresaban borrachos de una fiesta olímpica en la Casa de Francia.
Estas imágenes muestran paso a paso cómo se desarrollaron los eventos.