Con un interesante estilo, este árbitro galés es escuchado hasta por el más duro de los rugbistas y este sábado va a dirigir la final entre Australia y Nueva Zelanda.
Owens, quien es abiertamente homosexual, destaca en un deporte rudo como uno de los mejores árbitros con sus bromas y buen humor.
Pero su historia no siempre ha sido feliz, en 1997 estuvo a punto de morir, luego de una sobredosis.
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