Los jugadores de Corea del Norte sabían que el duelo ante México era clave y no solamente por sus intenciones de avanzar en la Copa del Mundo. De llegar a octavos, el gobierno los haría eximirse de una obligación a nivel país: realizar el servicio militar. Y uno que está en el límite de cumplirlo, si no quiere ir a la cárcel es la figura del Tottenham, Heung Min-Son.
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