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Aniversario Canal 13

Machos: La historia de cómo se construyó al primer homosexual en las teleseries

T13
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La historia de la familia Mercader paralizaba a gran parte de la población durante las tardes. Una de las mayores incógnitas era si Ariel contaría su verdad abiertamente.

Una carrera contra el tiempo. Así fue el proceso creativo detrás de “Machos”, la teleserie con que Canal 13 retornó a la “Guerra de las teleseries”, en el año 2003. En un hecho sin precedentes, en 2001 el entonces canal del Angelito había cerrado el área dramática, la primera en el país, fundada en 1981 con el arrollador éxito de “La Madrastra”. 

Verónica Saquel llegó a Canal 13 con la misión de volver a realizar una novela a las 20 horas. Su idea era radical: contar una historia de hombres. Los Mercader, una familia de siete hermanos, encabezada por un patriarca conservador: Ángel.

“Machos” debutó en las pantallas del 13 en medio del boom por “Protagonistas de la fama”, el primer reality show de la televisión chilena, el que había permitido elevar el rating de la estación en varias de las franjas horarias. 

En una apuesta arriesgada -tal vez la más jugada en la historia de las teleseries chilenas hasta entonces- Canal 13 abordó por primera vez de manera explícita, en la franja de las 20 horas, la homosexualidad de uno de sus protagonistas. El personaje de Ariel interpretado por el actor Felipe Braun, además, tomaba distancia del estereotipo del afeminado con que solía representarse al hombre gay en la pantalla abierta en Chile. 

¿Cómo se construyó a este personaje? ¿Cuáles fueron los límites de la época?

Este es el relato de sus creadores. 

Un reality de escritura

Coca Gómez , Sebastián Arrau y Pablo Illanes fueron los guionistas convocados por Verónica Saquel para materializar el regreso del 13 a las teleseries. Machos -dice Gómez-  “fue la gran apuesta del Canal, que había estado sin área dramática por un buen tiempo y tenía que sí o sí volver  en gloria y majestad". Ahí comenzó una tarea que describe como titánica: armar cien capítulos en pocos meses. 

Eran jornadas de escritura que se extendían hasta las 3 de la mañana. Ahí fue donde se fueron definiendo las historias de los Mercader. 

Todo partió desde el patriarca. “Fuimos pensando en lo peor que le podía pasar a Ángel, desde este hombre súper machista, tradicional, acostumbrado a que la sociedad entera está diseñada para que él se salga con la suya. Qué es lo peor que le podía pasar a Ángel, porque cada hijo era un tremendo dolor de cabeza. Cada hijo pertenecía a una generación nueva, quería liberarse de este deber ser del macho tradicional y buscaba su felicidad en lo opuesto a lo que él les había enseñado. Desde ahí fuimos constituyendo los conflictos. Cada hijo tenía un conflicto que a él le iba a complicar muchísimo”, recuerda Coca Gómez. 

Sebastián Arrau cuenta que, además, “tomamos temas considerados femeninos y ponérselo a los hombres, por ejemplo: la estudiante que se enamora del profesor. Entonces lo hicimos con un estudiante joven que se enamora de la profesora. ‘La mujer virgen’. Ahí dijimos: que pasa si es que es un hombre el virgen”. 

Lo mismo con ‘la mujer dueña de casa y el marido exitoso’. Qué pasa cuando el hombre es el que se queda cesante y tiene que ser dueño de casa...porque obviamente para un hombre machista como Ángel mercader era terrible que un hijo esté metido en una cosa que es tradicional de mujeres”. 

 

“Sirvió mucho que el canal estaba con ganas de tener un éxito, entonces se empezó a atrever a temas que hasta ese momento, con la iglesia católica, era imposible hablar. Eran temas que eran impensados incluso en TVN”, agrega. 

La construcción y límites de un héroe

El primero de los “Machos” que se definió fue Adán: el hijo impotente y virgen. Luego siguieron los otros seis. En ese momento, la posibilidad de un personaje homosexual estaba completamente fuera del radar. 

En ese entonces, el personaje de Ariel estaba pensado como el hermano medio hippie, esotérico, que regresaba de España. 

“Y de de repente dijimos: está quedando demasiado aburrido ese personaje, comparado con todos los otros, que están súper potentes. Y ahí empezamos a hablar, y dijimos: tiene que ser gay”, recuerda Arrau.

Para Enrique García, director ejecutivo de Canal 13 (2002-2004) la idea de tener un personaje gay era que fuese respetado y no un estereotipo.

"Nosotros lo que vinimos a hacer fue eso, a hacerlo con respeto, son personas que merecen respeto de los demás, y esa fue nuestra única opción. Canal 13 había entrado a eso, pero caricaturizando un tema que desde nuestra perspectiva en ese minuto no era para ser caricatura, era para en el fondo tratarlo con la dignidad que merece un ser humano", indicó.

Coca Gómez agrega que “hay cosas que tu escribías para ti; nosotros podríamos haber sabido que era gay, pero de ahí a mostrar que fuera y que se hablara, y que se fuera un tema con el padre y que lo hubiera echado de la casa porque era gay era imposible. Nosotros estábamos ahí y nos dimos cuenta que estábamos metido en algo totalmente nuevo y distinto”.

Ariel estaba lejos del arquetipo del homosexual en las teleseries chilenas. Esta vez el gay sería el héroe, el que confrontaría el doble estándar de Ángel e instaría a sus hermanos a salir de sus propios armarios. “Para el papa asumir que Ariel era gay era lo peor que le podía pasar a Ángel, y de ahí agarró tanto protagonismo el personaje”, cuenta Gómez. 

Pero era algo inédito para Canal 13, lo que generaba preocupación en el equipo de guionistas. “Pensamos que esto podía ser un completo fracaso. Estábamos súper nerviosos sobre si el público iba a querer esta historia, iba a aceptar que el protagonista de la teleserie, a las 8 de la tarde, iba a ser homosexual”, dice Arrau. 

El personaje provocó debate y permitió ver el estado en que se situaban las nociones sobre la homosexualidad en un país donde poco se hablaba del tema, y donde hasta 1999 las relaciones entre personas del mismo sexo eran un delito. A modo de ejemplo, un ejecutivo del canal relataba -en off the record- al diario La Tercera que el personaje “tendrá serios conflictos de identidad, los que se reflejarán en una desorientación sexual que cruzará toda la historia”. La cita resulta ilustrativa de la forma en cómo la homosexualidad era aún vista como una “desorientación” y no como una condición u opción sexual plenamente válida.

Si bien el personaje generó una alta adhesión y empatía, también fue motivo de debate. Principalmente, porque había quienes consideraba que Ariel Mercader era una suerte de gay asexuado, que mantenía una relación a distancia, que no frecuentaba discotecas de ambiente. Un gay no gay.

Gómez y Arrau no niegan que el tema fue parte del debate. Pero hacen un punto: era un personaje para un teleserie de las 8 de la tarde. Y era el primero abiertamente gay  ¿Qué pasaba si tenía una pareja? ¿Se podrían dar un beso, como lo hace el resto?

Hubo un momento en que los guionistas propusieron que llegara una pareja y que, por último, no se dieran un beso. Arrau recuerda que Verónica Saquel les dijo: “Estamos haciendo una teleserie y si somos consecuentes, en una teleserie la pareja se tiene que dar un beso y en verdad estamos hablando de que ya éramos suficientemente osados…”

"También decíamos que era ridículo que sea un gay que no salga. Y ahí descubrimos que la única forma en que un gay esté en Chile, no vaya a discoteques todo el tiempo, no busque enamorarse, era que tuviera una pareja pero la pareja está afuera, porque eso lo mantiene tranquilo sexual y amorosamente, no anda buscando, pero también nos evitamos la cosa de que si trae una pareja tendría que haber estado de la mano...sobre todo una persona consecuente como era Ariel. Lo hicimos con esta pareja lejana, con la que se comunicaba vía internet”, explica Arrau.

Pero hay algo más que permite explicar la decisión: “el objetivo de este personaje en esta historia no era un personaje que necesita encontrar el amor y que está buscando el amor”

“Él necesita reconciliarse con su papá que lo echó, salir del closet con sus hermanos y además aprovechar de salvar a los hermanos del patriarcado en que estaban metidos, en que todos estaban viviendo en torno al doble estándar de Ángel mercader, y para que no haga eso, quiero que mis hermanos salgan de sus propios closet”, añade Coca Gómez.

Con todo, los guionistas admiten que si se hiciera Machos en estos tiempos, lo más probable es que Ariel sí habría estado con su pareja. E incluso, los conflictos habrían sido otros. Por ejemplo, si Ariel quisiera contraer una unión civil con su novio. ¿Iría Ángel a la boda? 

“Son otros los límites que habría que explorar. Es una sociedad mucho más tolerante y es mucho más difícil encontrar un Ángel mercader hoy día también”, agrega Gómez.

Pero la historia de Ariel iba más allá de su orientación sexual. “Él encarnaba muchos valores tradicionales, y creo que eso descolocó a mucha gente: que el hijo gay era el que más protegía a la familia, que la familia estuviera unida, de cuidar a su mamá enferma; era el que más cuestionaba al padre por su doble moral”, dice la guionista. 

“Porque finalmente lo que Ariel venía decir es que el era de una sola línea, una sola manera de vivir y pensar el mundo, a diferencia de Ángel”, agrega.

Coca Gómez enfatiza que Ariel “tenía que ser un héroe, y que el hecho de ser homosexual fuera una arista más de su vida. Su sexualidad no lo definía como ser humano. Lo definían muchas cosas, como a todos los seres humanos. Encarnaba valores: encantador, noble, generoso, súper de familia, brillante en su tema profesional. Y además era gay. No era un personaje que, por ser el hijo gay, todas sus escenas se trataran de que fuera homosexual”.