Larry Hester, de 66 años, pasó la mitad de su vida sin poder ver a raíz de una enfermedad llamada retinitis pigmentosa. Su suerte cambió hace poco tiempo, cuando fue favorecido con una cirugía de última tecnología.
Un estimulador electrónico fue implantado quirúrgicamente en su ojo izquierdo el pasado septiembre, y a principios de octubre fue activado por primera vez. El dispositivo no devuelve la visión completa pero sí permite realizar diferenciación de luz y oscuridad, lo que trajo un gran cambio a la vida de Larry.
Es conocido como el Sistema de Prótesis Retinal Argus II, y este hombre fue el séptimo en recibirlo en Estados Unidos.
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