Nivia Palma narró vida en la clandestinidad y dijo que pedirle dinero a Julio Ponce "es reprochable"
La ministra de Bienes Nacionales, Nivia Palma, conversó con Tele13 Radio sobre sus años de clandestinidad durante la dictadura y se refirió a los casos de relación entre el dinero y la política.
Palma recordó que en 1978 entró a militar en la Izquierda Cristiana donde fue dirigenta clandestina por varios años.
"Me llamaba Carmen y estaba convencida que nadie sabía hasta que la CNI me dijo Carmen Palma. Me dediqué al espacio más privado de la política, me tocó ser jefa política de Aleuy, quien en ese tiempo se llamaba Pancho García", comentó.
Complementa con que "un día nos juntamos en el Valle de Oro y me pasa un papelito con su verdadero nombre el que tenía que memorizar y romper por si pasaba alguna cosa. Cuando vi el papelito y que su nombre era Mahmud Aleuy, pensé que me estaba haciendo una broma, pero por mucho tiempo fui la única que sabía como se llamaba el famoso Pancho García".
Agrega que "no estábamos por la vía armada por razones políticas, no nos parecía que era el camino. Privilegiamos la desobediencia civil de la ciudadanía, éramos de izquierda pero no optamos por la vía armada".
Sin embargo, acota que no juzga a las personas que tomaron el camino de las armas pues "cuando se enfrenta una dictadura asesina que te mata es legítimo plantearse, teóricamente, las diversas formas de lucha".
Relación del dinero y la política
Para Nivia Palma, "hubo en estos años una relación oscura, poco ética entre dinero y la política. Lamentablemente la percepción de que todos los políticos es que somos iguales y eso no es verdad".
En este sentido, añade que "la corrupción y la relación incestuosa entre dinero y política no se produce solo en la derecha. Al electorado de derecha le da lo mismo y el electorado de centro izquierda nos plantea una vara mucho más alta y en buena hora lo hace".
Ejemplifica con que "para nosotros es muy fuerte cuando la información periodística o judicial nos dice que ME-O le pidió plata a SQM".
"Si alguien fue a pedirle plata a Ponce Lerou es éticamente y políticamente reprochable", finalizó.