El coordinador legal de la Fundación Amparo y Justicia, Mauricio Sovino, dio cuenta en "Siempre es Hoy" de Tele13 Radio de las fallas en el sistema de protección a menores que son abusados sexualmente. La organización busca "facilitar el acceso a la justicia y a la reparación social de familias que han perdido un hijo o una hija por el delito de violación con homicidio".
"Proponemos mejorar el sistema penal, para que a los niños no lo entrevisten una y otra vez durante el proceso. Según algunos estudios, hablamos de entre cinco y siete veces durante un proceso penal que dura años. Cada vez que relata lo sucedido es revivir esa historia dramática", dijo.
En este sentido, añadió que "falta una visión interdisciplinaria y que las distintas instituciones trabajen en conjunto en pos de los niños y niñas adolscentes. Vimos que cada persona en cada institución pensó que hizo lo mejor y no vio al lado, entonces si uno va a andar como caballo con anteojera un sistema no puede funcionar correctamente".
El caso de Paola Pacajes
Otro tema abordado fue el caso de Paola Pacajes, niña boliviana de diez años que fue violada y asesinada en Carrizal Bajo el 28 de febrero de 2011. Al respecto, la periodista y escritora Lilian Olivares, escribió el libro de "Todos fueron Culpables", donde se narra la dramática historia.
En conversación con "Siempre es Hoy", la autora indicó que "lo medular de la historia es que la niñita no contaba con ninguna red social. Hoy tenemos un gran problema de inmigrantes que vienen en busca de un mejor horizonte, pero esos niñitos no tienen con quien estar, vagan por las calles y se prostituyen".
Por su parte, Mauricio Sovino contó que la Fundación Amparo y Justicia presentó la primera querella contra quienes resultaran culpables del crimen y que "nos dimos cuenta que no es solo un caso más de violación con homicidio, acá hubo una negligencia total del sistema. Falló el Estado, la sociedad, los padres, todo el mundo y este resultado terminó en la muerte de Paola"
"El factor principal es que la familia era boliviana y de ascendencia aimara. Nadie se preocupó, como el Tribunal de Familia que tenia a cargo la protección, de contar con la asistencia de un antropólogo o facilitador intercultural que pudiera hablar con ellos", añadió.