El director de cine, Alejandro Fernández, comentó su nuevo film "Aquí no ha pasado nada". la que se inspira en el caso de Martín Larraín.
Sobre la película, Fernández indicó que "la película es bastante dura, políticamente bien incorrecta. No se pone en el lugar de la víctima, que es el más común de estas películas, donde se solidariza en este caso con lo que hubiese pasado con la familia de Hernán Canales, una familia pobre que ve su vida destruida por la aparición de estos personajes de la clase alta".
En este sentido, agregó que la óptica del film es desde la clase alta y "se trata de hacer un estudio de cómo funciona y cómo son sus rituales y mecánicas. Y ver cómo todo eso constituye un sistema donde la justicia se oculta detrás de una apariencia de legalidad pero no de justicia".
El cineasta ahondó en que al hacer la película "queríamos algo más allá del linchamiento público a través de redes sociales. Es más incómoda de lo que uno espera".
"No provoca esa catarsis de que ganaron los nuevos, no hay lo que existe siempre en estas películas, Esa especie de lucha por la justicia", declaró.
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