En conversación con el programa Mesa Central, de Tele13 Radio, Marco Enríquez-Ominami la restó relevancia a la renuncia de 76 militantes del PRO, acusando la falta de instancias para la participación dentro del partido.
"Es normal que haya recambio en un partido. Han entrado 17 mil personas y se han ido 76. Es sano y normal; si no, seríamos una secta. Es algo que pasa en todos los partidos. Hay gente que se cansa y otros que llegan a empujar. No es una buena noticia, en todo caso, nunca lo es", dijo.
Al respecto, dijo que todos los militantes a los que hace referencia están inscritos ante el Servel y que mañana acompañará a otro millar a inscribirse, muchos de ellos menores de 25 años.
Sobre Alejandro Guillier, a quien las encuestas muestran como el candidato mejor perfilado de la izquierda, ME-O manifestó: "Al principio pensé que era un pétalo de rosa en un pozo séptico. Pero ya hice el duelo. Está utilizando la misma estrategia de Michelle Bachelet, de no pronunciarse sobre los temas. Ya perdí la esperanza que lo haga".
Respecto de su opinión del candidato del PR, el líder del PRO profundizó: "No es aceptable que un senador no se pronuncia sobre qué vamos a hacer en materia económica. ¿Sigue o no el impuesto a los bancos? ¿Sigue o no el royalty a la minera La Escondida? ¿Si o no al fin de las isapres? ¿Si o no al fin de las AFP y con qué protestas? Me parece a mí que una estrategia idéntica a la de Bachelet, con un ideario y una intención buena, no basta".
Primarias presidenciales y parlamentarias
Durante el diálogo, Enríquez-Ominami hizo hincapié en su planteamiento sobre la necesidad de que se realicen primarias presidenciales y parlamentarias.
"Bachelet perdió poder el día en que no hizo primarias parlamentarias, ese día asumió que estaba secuestrada. Ese día las reformas perdieron toda opción de ser exitosa", subrayó.
El fundador del PRO promueve una gran primaria de la centroizquierda, con la izquierda extraparlamentaria y la Nueva Mayoría. "Estoy disponible para ganar y ser derrotado en ahí, no para entrar a la Nueva Mayoría, como se dijo en su minuto", dijo.
Y aunque reconoció el bajo poder de negociación que hoy tienen él y su partido para colocar estos temas en el debate, desdramatizó la situación al señalar que el actual escenario de la izquierda no abre la posibilidad de alianzas políticas.
"Nadie las quiere con nadie. Todos saben con quién no quieren competir, no con quién quieren competir", remató.